En varios artículos he mencionado que las Monarquías son las que preparan y heredan el trono al primero en la línea de sucesión. Colombia, que hace mucho tiempo dejó de ser gobernado por reyes, quiere mantener vigente esta modalidad, que por obvias razones ya no aplica.
A ocho meses aproximadamente de elecciones para alcaldes, gobernadores, se viene hablando de quién será el candidato de la U (léase Uribe) para cada una estas altas posiciones. Candidatos que nunca han ejercido desde esta colectividad hoy están desesperados por ser los elegidos por el guiño de Uribe.
Pero volviendo con el tema de los herederos, tenemos dos ejemplos de por qué no se pueden entregar los cargos por sucesión directa:
1. Alonso Salazar, pocos días antes de las elecciones de 2007, estaba de tercero en las encuestas de preferencia, pero como era el candidato de Fajardo hicieron hasta lo imposible por voltear el resultado y lo lograron. Hoy en día, mucho medellinenses estamos aburridos por la mala administración, por el descuido vial y por lo mal gobernante que es, que conste, fue el elegido de uno de los mejores alcaldes que ha tenido la capital antioqueña en muchos años.
2. Juan Manuel Santos, de Ministro estrella en el gabinete de Uribe pasó a ser el primero en la línea de sucesión. Uribe lo ungió con sus poderes, pero estos, para muchos, no sirvieron. Uno de los más fervientes seguidores fue el doctor Raúl Tamayo Gaviria, columnista de el Colombiano, él antes de las elecciones lo defendió a capa y espada y lo promovió como el mejor para seguir las acciones del presidente de la época, copio textualmente apartes de una columna del doctor Raúl del pasado 12 de febrero del año en curso:
“Los que votamos por Juan Manuel Santos lo hicimos creyendo que lo que él nos dijo en su campaña sobre continuar con el propósito de Álvaro Uribe y su Seguridad Democrática sería la prioridad de su gobierno, pero a los seis meses de la administración Santos, llamada Prosperidad Democrática…” Sin palabras.
Como el mismo doctor Tamayo escribió en su columna del 18 de abril de 2010, días antes de la primera vuelta: “Por todo lo anterior y respaldados por importantes dirigentes de nuestro Partido Conservador, ex ministros, ex gobernadores, ex parlamentarios y ex embajadores, los conservadores vamos a apoyar la candidatura de Juan Manuel Santos, que en nuestro concepto es lo mejor para nuestra patria y es el que se acerca más al pensamiento del mejor presidente que hemos tenido en este país en muchos años.” Nuevamente sin palabras.
Me apoyé en el doctor Raúl por ser un gran columnista y con mucha credibilidad entre los lectores de El Colombiano, en ningún momento lo hago para ponerlo en duda o juzgar sus comentarios, es solo como referencia.
Volviendo entonces con el tema de los herederos, yo quiero que tengamos presente que quien Uribe designe como su candidato, no necesariamente será el mejor, hay que leer sobre su vida, sus obras y sus realidades. Debemos votar no motivados por fuerzas extrañas, sino por convicciones reales, nuestras, que nos invitan a tomar la mejor decisión en bien de nuestras ciudades.
Los Gutiérrez, Montoya, Rico, Peñalosa, Pérez y muchos más, deben buscar el voto de todos los electores, porque somos nosotros los que lo elegimos y es por nosotros que deben gobernar.
Doctor Uribe, aunque mucha gente dice que no parece, soy Uribista y seguiré siendo hasta la muerte, pero como lo dije antes de las elecciones presidenciales, no voto por sus herederos, voté por usted y no me arrepiento, pero su decisión no incidirá en la mía, de eso puede estar seguro.
Por gobernantes independientes, por ciudades con alcaldes sin compromisos políticos, por nuestro futuro, debemos votar y elegir bien, porque si no lo hacemos así, seguiremos retrocediendo y esto no puede estar en nuestro ideal de vida. De-Lógica. ¿No?
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