Quisiera iniciar este escrito invocando a Dios para que tenga efecto y sea tenido en cuenta, pero si lo hago, me separaría de los que no creen en Él. Si invoco a San Juan Pablo II, a Maoma, a Chávez o a quien sea, estaré comenzando generando división, pues aquel que no cree en ellos ya descartaría seguir leyendo, por eso de tanto pensar decidí que sí hay alguien a quien puedo invocar, USTED, si usted, amigo lector. Usted cree en sus principios, en sus ideales, pues es usted el que puede sacar sus propias conclusiones y apoyarme o debatir con argumentos lejanos a la pasión ciega.
Les invito a leer este blog y comentarlo, compartirlo, siempre con la idea clara que es para construir, jamás para destruir.
Este 21 de noviembre nos debemos poner la camiseta por Colombia, y llegar a los siguientes acuerdos:
1. En el paro anunciado saldrán a marchar. Perfecto, siempre se ha utilizado este ejercicio de la democracia para clamar por lo que se carece. Cada gobierno tiene un grupo en la oposición y lo hacen desde siempre. LISTO.
2. Los que saldrán a marchar son gente de bien, los pocos que quieran hacer daño deben ser frenados por los buenos, no por grupos de civiles que se autoproclaman defensores de los bienes públicos. La violencia no se puede frenar con más violencia. DE ACUERDO.
3. El gobierno nacional, departamental y local debe permitir la realización de las marchas, es más, ojalá salieran con ellos a exigir que Colombia despierte, pero que despertemos todos, no una parte. LISTO.
4. Las autoridades nacionales existen para mantener el orden constitucional y preservar los bienes públicos, ellos deben acompañar la marcha y no deben actuar a no ser que las circunstancias lo demanden, si hay desorden o violencia física. LÓGICO.
5. En un post anterior en Facebook me manifesté en contra de la marcha, eso me trajo bastantes problemas por pensar distinto. Hoy estoy buscando reconciliación entre los colombianos, marchemos, protestemos por razones reales, pero jamás destruyamos lo que es de todos y hemos construido todos. SI o NO.
6. Una de las razones es la corrupción del gobierno central, de Reficar, de Odebretch, de Colpuertos, de las EPS, de los senadores, de tantos que están en lo más alto del poder, pero ¿cuánto suma nuestra corrupción? ¿Qué significa que evadamos impuestos? ¿por qué pagamos coímas para que nos den la licencia de conducción? ¿Por qué sobornamos a los guardas de tránsito para que no nos multen? ¿Por qué falsificamos títulos para llegar a ser contratados en diferentes cargos? Podríamos tener muchos más por qué, usted puede agregar los que quiera, pero la realidad es que somos tan corruptos como lo que criticamos, nos creemos la ética en pasta y somos parte de la oscura realidad colombiana. Solo vemos la astilla en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.
No podemos seguir peleando, desde Bolívar y Santander Colombia se enfrenta en dos bandos, hoy nuestros líderes nos deben llevar a la unión, qué pasaría si ellos fallecen o se reconcilian, nosotros, el pueblo, seguiríamos siendo enemigos, de qué? si ya los promotores del odio no existen.
Todos buscamos lo mismo, una Colombia justa, pero ¿si nos peleamos con nuestros paisanos, qué justicia estamos buscando? De-lógica ¿o no?
