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jueves, 28 de abril de 2011

Más inundaciones… MENTALES

Colombia cada día está más inundado, universidades como la Sabana se encuentra bajo el agua, Bogotá tiene vías principales anegadas por el agua, en Medellín familias enteran vuelven a desaparecer y a ver como sus hogares los destruyen las avalanchas, la Costa Atlántica sigue haciendo fuerza para que no se rompa el Canal del Dique y de este modo inundar de nuevo pueblos en esta zona del país.

De acuerdo a los expertos las lluvias todavía seguirán por muchos días más, pero lo grave no es eso, lo grave es que así paren las lluvias en Noviembre cuando regresen veremos las mismas imágenes, las mismas inundaciones o peores y seguiremos conviviendo con el dolor de familias enteras que no tienen forma de salir adelante sin la ayuda de terceros.

Estas inundaciones no solamente son con agua, son con ideas o mejor dicho, inundados por FALTA de ideas, de gestión de líderes gubernamentales que en realidad tomen este problema como lo que es, un tema bastante delicado y al cual debemos enfocar todos nuestros esfuerzos.

Este no es un problema solo del Gobierno de Santos o de los mandatarios actuales, es algo que viene desde hace mucho tiempo atrás, por no decir que de siempre. Ha faltado liderazgo, faltan ideas concretas para sacar del abandono a localidades enteras que se ubican en zona de alto riesgo no porque quieran, sino porque es en el único lugar en que pueden construir un lugar para vivir, porque a eso no le podemos llamar hogar.

Necesitamos gobernantes que construyan ciudades enteras para los pueblos más propensos a sufrir inundaciones, necesitamos líderes que vean en estas regiones lo que hay, colombianos que no tienen las mismas capacidades y oportunidades de otros, porque para muchos gobernantes son un problema, no un colombiano más con todas las necesidades básicas insatisfechas.

Mientras tengamos alcaldes que hacen política con los auxilios para los damnificados, mientras tengamos mandatarios que se roban los recursos que se donan para ayudarlos, mientras tengamos gobernantes que no saben a ciencia cierta cuánta gente tienen en zonas de alto riesgo o cuántas personas han sido damnificadas, no podremos tomar correctivos de fondo.

El Gobierno nacional, los gobernadores, deben pensar en obras que sirvan para desarrollar grandes regiones, no pequeños sectores y hacer túneles con altos costos pero de muy poco beneficio general, como el que se piensa hacer en el oriente, mientras que las vías para llegar a Concepción, San Rafael, San Carlos, El Peñol y tantos otros municipios a los cuales llegar es una odisea y viajar por sus carreteras no es un placer, sino un castigo.

No sigamos hablando de frazadas, colchones o elementos de aseo, eso es un paño de agua tibia para la realidad que se vive, necesitamos unir esfuerzos, recoger dineros por parte de entidades serias como Antioquia Presente para que responsablemente gestionen y construyan casas en perfectas condiciones, para que se trasladen de las zonas de alto riesgo, para que tengan la posibilidad de recuperar el tiempo que les hemos negado a muchos compatriotas y regalarles una mejor calidad de vida.

Por qué no pensar en construir barrios enteros en el Área Metropolitana en jurisdicción de Barbosa o Girardota y trasladar hacia ese nuevo barrio a tantas familias que viven en unas “casitas” humildes, pero con todas las posibilidades de morir en la siguiente avalancha. Es lógico que un proyecto de estos cuesta, pero si se unen los grandes emporios económicos, si se unen los mandatarios, si nos unimos los colombianos podemos construir un barrio con futuro, con hospital, con escuelas, con comercio, un barrio seguro.

No estoy proponiendo cosas imposibles, solo falta voluntad política, falta unión, faltan nuestras ideas, falta gente honesta, falta empezar, no dejemos que se nos inunde el cerebro con más ideas egoístas, dejemos que nuestra mente luche por dejar salir ideas ilustres, ideas futuristas, ideas que beneficien al prójimo, de no ser así, los medios de comunicación pueden guardar las imágenes que pasan hoy en día y volverlas a pasar en cada invierno, en cada catástrofe, porque si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados. De-Lógica. ¿O no?

domingo, 3 de abril de 2011

El cáncer de la corrupción

El ex contralor de Bogotá, la ex directora del IDU y su asistente, el ex director de fiscalías, el ex gobernador del Magdalena y siga usted la lista que quiera, porque para un verdadero dolor, la corrupción se metió en lo más adentro de nuestra patria. Hoy en día personas con excelentes posiciones sociales, con dinero y poder, se dejan tentar por este pulpo maldito que nos está llevando más hondo que la misma guerrilla y los paras.
Es muy triste saber que vivimos en uno de los países más ricos del mundo, con todo lo que ya sabes, los océanos, las esmeraldas, el café y tantas cosas más que ya todos sabemos, conocemos y asimilamos. Saber que todo eso pasa a segundo plano por los corruptos, por los hampones de cuello blanco, por aquellos que llegan a manejar el poder como si fueran dioses.
Siempre se ha dicho que la ambición rompe el saco y lo estamos viviendo cada día. Los Nule han tumbado a Bogotá y a Colombia en cerca de dos billones de pesos. Pero esa es la punta del iceberg, porque este dato se conoció, cuántos no se llegan a saber o por ser de pequeñas cuantías o simplemente porque arman una red tan organizada que le calla la boca a todo el mundo.
Todos somos responsables de esta maldita enfermedad que no nos deja salir del subdesarrollo, veamos por qué somos culpables:
  • Cuando sobornamos a un guarda que nos encontró cometiendo una infracción.
  • Cuando le pagamos a un funcionario para que nos haga un trámite más fácil.
  • Cuando compramos las licencias de construcción y levantamos un edificio sin cumplir las mínimas condiciones de Planeación.
  • Cuando falsificamos un documento de identificación.
  • Cuando conseguimos por debajo de cuerda el certificado del DAS.
  • Cuando ofrecemos dineros para ser beneficiados con contratos del Estado.
  • Cuando le exigimos a mis empleados que para permanecer en su cargo deben darme un porcentaje de su salario.
  • Cuando le pagamos a un trabajador cien pesos, pero para seguridad social lo afilio por 50.
  • Cuando vendemos licor adulterado.
  • Cuando compramos material pirata.
  • Cuando robamos “cositas” en los almacenes.
  • Cuando le pedimos a nuestro contador que nos ponga a pagarle poquito al Gobierno en la declaración de renta.
  • Cuando falsificamos una firma.
  • Cuando como funcionario público pido porcentajes para validar licitaciones.
Usted puede agregar muchos más, esta lista es solo con el interés de evidenciar que cada uno de esos delitos desangra a nuestra patria, que cada uno de los que seamos cómplices de esta corrupción estamos trabajando en contra de Colombia, de nuestros hijos, de su gente, de un futuro mejor para todos.
De ahora en adelante tomemos conciencia que somos tan culpables de la pobreza de nuestro país como los anteriormente mencionados, ellos pecaron por ambición, pero nosotros al dejarnos llevar por el ahorro o por el deseo de poder también caemos y también somos culpables. De-Lógica. No?