Estoy convenido que este artículo no caerá bien en mucha gente, pero quiero escribirlo como una forma de expresar lo que siento ante el “show de las liberaciones”.
Las FARC, las principales enemigas de Colombia, pero no las únicas, se han convertido en controladores del gobierno y de las familias de los secuestrados. Se les ha dado libertad para actuar, para soltar cuerda, para volver a recogerla, es decir, ellos tienen la coordinación de Colombia en el tema de los secuestros.
Algunos dirán que es lógico, posiblemente sí, pero lo lógico es que es el gobierno el encargado de preservar la paz y la estabilidad de los colombianos. Es el presidente Juan Manuel Santos quien debe decidir qué hacer y qué no, pero esto no ocurre por algunas razones que describiré a continuación.
· Piedad Córdoba es “intima” amiga de las FARC y es la principal promotora de su imagen. Maneja el dolor de los familiares que tienen algún ser querido en cautiverio, cuando ve que la situación se está poniendo dura para las FARC revive las liberaciones unilaterales y hace llorar a media Colombia.
· Las familias, llenas de dolor, (Cosa que es totalmente entendible, el sentimiento por un familiar es primero que cualquier cosa) se dejan manipular de las FARC, léase Piedad Córdoba, y presionan al gobierno a través de los medios de comunicación para que aprueben los protocolos de liberación, los medios caen en la trampa y hacen su labor, muchas veces sin proponérselo, de difundir la necesidad de permitir operativos que traigan a la libertad a los secuestrados.
· Nuestro presidente comienza a analizar las cartas que tiene y como más de medio país está encima, hay que seguir el juego de las FARC.
· Este grupo guerrillero va “soltando” secuestrados, pero no son bobos, no los van entregar a todos y los de más valor los dejan para que se conviertan en su comodín más importante. Obviamente sueltan unos por un lado, el país está expectante de estas liberaciones y secuestran otros, para que el juego continúe.
Si seguimos con este “diversión” nunca llegaremos a un verdadero proceso de paz, los medios, las familias, el gobierno y el país entero le servimos de idiotas útiles a las FARC y a su directora de relaciones públicas, la bien llamada EX senadora, enemiga número uno de nuestro país.
SI las FARC no tienen difusión, no tendrá futuro su lucha armada; si Piedad Córdoba se queda sin micrófonos, no tendrá capacidad de actuación frente al país; si las familias le apuestan a las liberaciones militares, incluso corriendo riesgos, sería una jugada maestra que debilitaría mucho más a este grupo armado; si los medios dejan de darle importancia a lo que haga Piedad, a lo que diga, si no difunden las cosas de las FARC, estoy seguro que sus posibilidades de éxito serán muy inferiores.
A las FARC mano dura, a Piedad silencio, a las familias fe y a Colombia un país con menos show y más acciones que traigan a la libertad a nuestros compatriotas.
Por Piedad, no más Show con la libertad de nuestros compatriotas, una libertad que es un derecho, no un premio. De-Lógica.
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