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viernes, 4 de febrero de 2011

Grite, destruya y le serán concedidos todos sus deseos

Con horror he visto cómo las personas “reclaman” lo que consideran un derecho. Esta semana he observado algunos conductores quienes pararon sus camiones para exigir al gobierno que no desmonte los fletes, algo que hace más costoso el transporte en Colombia.
También he visto cómo en un pueblo del Atlántico destruyeron motos, fincas, quemaron negocios, porque no están de acuerdo con el alcalde que nombraron para regir los destinos de su municipio.
La lista continua con un grupo de “comerciantes” de Bogotá en la zona industrial que destruyeron un bus de transmilenio, una de las estaciones, edificaciones cercanas, simplemente porque la DIAN cumplió su papel y les decomisó mercancía de contrabando.
Hay mucho más, pero creo que la que se gana el premio a “No te lo puedo creer” es la que hicieron los alcaldes colombianos, estaban en una reunión con el vicepresidente de la República y el Ministro de Transporte. Este último anunció que haría contratos con los departamentos, son 32, porque hacer contrato para arreglo de vías con más de mil municipios era muy dispendioso y no tiene el ministerio la infraestructura para firmarlos, coordinarlos y verificar su cumplimiento. Como consideran que no es sencilla esta labor lo harían con los gobernadores, allí se armó la de Troya, lo silbaron, lo maltrataron de hecho y no lo dejaron seguir hablando, hasta que el Ministro debió retirarse y no continuar participando en la reunión.
Si eso lo hacen los “burgomaestres” colombianos, qué esperar de un grupo de comerciantes que no tienen preparación académica.
El mundo entero está llegando a las vías de hecho, en Egipto más de 300 muertos porque no están de acuerdo con el gobierno y se enfrentan al ejército, a los aliados del gobierno y a todo el que piense diferente.
Tenemos que mirar otras formas de protestar, porque nos estamos matando entre nosotros mismos por decisiones que muchas veces se deben tomar, pero como miramos más lo que me perjudica a mí, que lo que requiere mi país, entonces simplemente acabamos con todo, porque no es justo que me hagan eso.
Gandhi utilizó mil maneras de cambiar una decisión sin violencia. Mandela cambió un mundo sectario y racista por un país multicolor. Hay muchos ejemplos, pero no los vemos, nos enceguecemos y “luchamos” por lo mío sin importarme nada ni nadie. Por qué debo llegar en un ataúd a mi casa simplemente porque estaba luchando por mis “derechos” No se nos puede olvidar que los seres humanos tenemos derechos y deberes y hacia ambos debemos caminar, con respeto y cabeza fría.
Pensemos que las protestas solas no son el camino al éxito, debemos construir un mundo lleno de cosas maravillosas, un mundo donde seamos un solo ideal, un mundo donde respetemos al prójimo y valoremos su importancia. No creen que este mundo sería más digno y apacible si nos enfrentamos menos, si nos abrazamos más y si dejamos de “matar” por lo que CREO es mi derecho adquirido. Podemos conseguir muchas cosas por medios menos violentos, si destruimos un bien público el estado lo debe reparar y es dinero nuestro, que pagamos en los impuestos, es dinero que nunca regresará a nuestras manos, por nuestra propia violencia y locura desmedida. De-Lógica. ¿O no?

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