Hoy quiero escribir nuevamente en mi blog, pero esta vez para hacer un homenaje a HULOLO, Humberto López López, quisiera decir que un amigo, pero no llegué a tener ese honor, pues solamente fui uno más de sus conocidos en el mundo de las relaciones públicas.
A Humberto lo despedimos muchos amigos, conocidos y familiares el domingo anterior en su amada Medellín, ciudad desde la que marcó un hito en el mundo por su forma de ser. Abogado, periodista, “relacionador” (Como él se presentaba), docente y mil cosas más, era un hombre que cuando se comprometía arriesgaba hasta su vida por sacar adelante sus proyectos.
Humberto fue el fundador de CERP, hoy CECORP (Centro Colombiano de Relaciones Públicas y Comunicación Organizacional), en esta tarea le acompañaron Maruja Peláez de Johnson, Lucía Molina e Inés Tobón de Viana, Hulolo fue el único que sobrevivió hasta el pasado fin de semana, hoy están nuevamente juntos construyendo relaciones al lado del Padre Eterno.
Nuestro compañero tenía una forma de ser muy dura, para muchos difícil de comprender. Con su máquina de escribir, la cual lo acompañó hasta sus últimos años, se convirtió en el temor de muchos y el amor de otros, no era de términos medios, o se le amaba o se le odiaba.
Desde los primeros días que pasé en CECORP sentí ese sentimiento ambiguo, y en algunos momentos me dejé llevar por aquellos que no lo querían, pero cuando llegué a la presidencia de CECORP comprendí que Humberto era ese ser que indudablemente necesitábamos, por su consejo, su experiencia y su forma de ser, por ese motivo lo visité, poco nos habíamos visto, pero sabía quién era, dónde estaba laborando, sabía todo de mí. Le expresé mi interés de tenerlo cerca de mi cargo como presidente, cosa que aceptó y cumplió. Me acompañó en esos dos años de gestión, cosa que agradezco con toda mi alma a este maestro de maestros.
Humberto nunca se cansó de crear cosas, gremios, grupos de interés, entidades, en fin, siempre estaba engendrando ideas de desarrollo, fue así como nacieron, con mucha o poca ayuda, pero siempre con su presencia: La Facultad de Comunicaciones de la Bolivariana, El Periódico El Mundo, la Facultad de Comunicaciones y Relaciones Corporativas de la U de M, el Club de la Prensa, Punto Cadeneta, la Academia Colombiana de Relaciones Públicas, la sala de Ceremonial y Protocolo, seguramente se me quedarán algunas por fuera, porque muy pocos tienen clara en su mente todo lo que Hulolo hizo por nosotros.
Fue un hombre estricto, si una persona faltaba a tres sesiones del grupo sin causa justificada quedaba fuera y no había derecho a pataleo, era una persona que se hacía sentir cada que hablaba.
Regreso a hablar de CECORP, gremio que fundó en 1963, pero gremio que desafortunadamente no tiene la fuerza y el alcance que debería tener, quiero referirme a este, uno de sus primeros hijos, porque tengo conocimiento de causa, porque sé lo que significó para él y como parte de mi homenaje quiero que pensemos y analicemos lo que estamos haciendo por CECORP.
En el 2013 nuestro gremio cumplirá 50 años de existencia, han sido muchos años, pero desafortunadamente no ha tenido la fortaleza suficiente para ser un verdadero defensor y promotor de las relaciones públicas. Recuerdo el año 2005, cuando asistí a las primeras reuniones de CECORP, había casi un Salón del Inter lleno, más de 200 personas allí, todos proponían, hasta discusiones se dieron, pero lo importante era que todos estaban tirando para el mismo lado, a favor del Centro Colombiano de RRPP. Y viajo en el tiempo al 2011, año en que entregué la presidencia, no llenamos un aula de clases de la Bolivariana, reflejo este de la disminución de afiliados y de la rebaja inmensa de interés por hacer parte del gremio.
Cada presidente de CECORP ha querido aportar, ha querido innovar, pero no es suficiente, no tenemos una alianza profesional fuerte que nos represente, el trabajo nos absorbe y no logramos mantener la llama del gremio encendida. La pérdida económica que viene arrastrando desde hace muchos años se ha convertido en una amenaza indudable para seguir adelante. Si se hacen eventos la gente no va porque no hay tiempo, si no se hacen la gente se enoja porque falta formación. Es un dilema que entre los comunicadores y relacionistas públicos podríamos resolver si nos lo proponemos.
Este artículo para Humberto lo quise unir a CECORP porque considero que nuestro líder y maestro nos enseñó mucho y una de esas cosas era que solos no conseguimos nada, que siempre se debe trabajar en equipo, agremiados. Ayer lunes sentí ese deseo inmenso de escribir este blog, creo que era Humberto el que me motivaba para decirle a mis colegas que tenemos que luchar juntos por nuestro representante gremial, porque si no hacemos algo ahora indudablemente este se irá con su fundador, porque tener un gremio débil, endeudado y con poco futuro no trae cosas buenas.
O nos unimos para salvarlo o nos unimos para darle el último adiós, así como lo hicimos con su fundador, Humberto López López, un hombre que nunca tuvo término medio, estaba entre amores y odios.
Hulolo, ilumina el camino de CECORP, dinos qué debemos hacer para salir adelante, porque como nos enseñaste, solos no llegamos ni a la tumba. De-Lógica. ¿O no?
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