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viernes, 24 de diciembre de 2010

Novena de aguinaldos

Las tradiciones son algo que se transmite de generación en generación, estas pueden ser buenas o malas, pero al fin y al cabo quedan como legado para la historia. Hoy 24 de diciembre celebra el mundo católico el nacimiento del niño Jesús y en algunos países de latinoamérica acompañamos este hecho con la Novena de Navidad o de aguinaldos, veamos qué dice la leyenda sobre esta hermosa costumbre, (Tomado de Wikipedia) “La novena fue creada por Fray Fernando de Jesús Larrea nacido en Quito en 1700 quien después de su ordenación en 1725 fue predicador en Ecuador y Colombia. Fray Fernando la escribió por petición de la fundadora del Colegio de La Enseñanza en Bogotá doña Clemencia de Jesús Caycedo Vélez. Muchos años después una religiosa de La Enseñanza, la madre María Ignacia, cuyo nombre era realmente Bertilda Samper Acosta, la modificó y agregó los gozos.
La novena de aguinaldos ha pasado de generación en generación sin grandes cambios, sin embargo en los últimos tiempos se ha tratado de adaptar la terminología a una más moderna que permita entender más fácilmente su mensaje.”
Que bueno sería que en esta época reinara en nuestros corazones un sentimiento mayor de paz, amor, fraternidad y entrega por los más necesitados. Colombia, en especial para nosotros, está lleno de personas que por obligación, no por gusto, viven en condiciones infrahumanas, en zonas de alto riesgo, con dificultades para obtener el pan diario. Estas personas han recurrido a esta forma de vida debido al abandono del Estado, un gobierno que no ha sabido controlar el desmesurado crecimiento demográfico de las principales ciudades.
Familias enteras viajan a las capitales en busca de un mejor futuro, pero en varias ocasiones han encontrado la muerte por diferentes causas, entre ellas las fuertes lluvias que ocasionan derrumbes, deslizamientos y tapan barrios enteros.
Estas tragedias se pudieron haber evitado de no haber sido por el abandono estatal, Corantioquia "predijo" la tragedia en el Barrio la Gabriela de Bello, tal cual ocurrió, esto lo dijo en el 2005. Qué hicieron el gobernador de turno (Anibal Gaviria Correa) y la alcaldesa de Bello de la época (Olga Suárez Mira), nada. Esto demuestra que las tragedias pueden haber sido evitadas. Son muchos los casos similares y siempre, en su gran mayoría, el denominador común es la desidia estatal, la falta de interés, de compromiso y de voluntad política.
Por eso quiero terminar con el último párrafo de la novena de aguinaldos, para que entre todos hagamos de Colombia algo mejor, más justo, menos inequitativo y con igualdad de oportunidades para todos. Un país donde los empresarios piensen menos en sus ganacias y más en la gente, un país donde la gente sea lo más valioso y su bienestar la principal meta.
"Nos entregamos a Tí ¡Oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén."
De-Lógica, no?

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